Efectos secundarios a la hora de quitar un tatuaje

Borrar un tatuaje con láser es un proceso seguro si se realiza en una clínica o centro especializado, pero no está exento de riesgos y efectos secundarios. Durante el tratamiento, se puede experimentar enrojecimiento, hinchazón y una sensación similar a una quemadura solar en la zona tratada.

En algunos casos, pueden aparecer ampollas, costras o cambios en la pigmentación de la piel, como hiperpigmentación (oscurecimiento) o hipopigmentación (aclaramiento), especialmente en personas con tonos de piel más oscuros. También existe un pequeño riesgo de cicatrices si no se siguen correctamente los cuidados posteriores, como evitar la exposición al sol y mantener la piel hidratada.

Además, el proceso puede ser doloroso, aunque muchas clínicas aplican cremas anestésicas para reducir la molestia. Para minimizar estos efectos, es fundamental acudir a profesionales cualificados y seguir al pie de la letra las recomendaciones post-tratamiento.

Infecciones

Síntomas: Enrojecimiento intenso, dolor persistente, pus o fiebre.

Prevención:

Mantén la zona limpia y desinfectada.
Evita tocar la piel con las manos sucias.
Usa apósitos estériles en caso de heridas abiertas.

Irritación y sensibilidad cutánea

Síntomas: Picazón, descamación, enrojecimiento leve.

Consejos:

Aplica cremas hidratantes recomendadas.
No rasques ni frotes la piel tratada.
Evita el contacto con ropa ajustada.

Cambios en la piel (hiperpigmentación o hipopigmentación)

Síntomas: Oscurecimiento o aclaramiento de la piel en la zona tratada.

Consejos:

Usa protector solar SPF 50+ diariamente.
Sigue las recomendaciones del especialista sobre sesiones y cuidados.
No expongas la piel al sol durante la recuperación.

Si los efectos secundarios persisten o empeoran, es fundamental acudir a un dermatólogo para evaluar el estado de la piel y determinar el mejor tratamiento correctivo.